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Los
operadores consideran que una ventaja de tener la documentación en regla
es cumplir con la normatividad y no tener problemas con la policía, con
el MINSA, SEDAPAL o el gobierno local. Tienen su documentación por que es
parte de la normatividad, pero no porque hay una conciencia del
cumplimiento de las mismas.
Tienen sus certificados “porque esos son los requisitos para
abastecer agua a la población”, es decir porque requieren de dicha
documentación para seguir con su negocio. Los que se abastecen de
surtidores de SEDAPAL, manifestaron que era un requisito para ser parte de
la red que puede usar el surtidor de SEDAPAL.
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Manifiestan
que es una desventaja cuando no hay control, porque los que cumplen no
reciben ventaja alguna, y no se castiga a los que incumplen. Otra
desventaja mencionada son “los costos del papeleo”. A manera de queja,
los propietarios formales sugieren que las autoridades fiscalicen el
cumplimiento de la normatividad, pues los que cumplen la misma no tienen
ninguna ventaja, pues los que no cumplen “hacen lo que quieren y
nadie les dice nada”.
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Los chóferes y ayudantes
de los camiones que se abastecen de SEDAPAL consideran que es una ventaja
el ser distribuidor de agua limpia y porque la gente a la que le venden el
agua se beneficia con agua de calidad. Mientras que los propietarios de
camiones cisterna particulares, manifestaron que el recoger agua de un
surtidor de SEDAPAL tiene como problema que el tiempo de espera es mucho
mayor porque tiene problemas de presión y demora mucho más la llenada
del tanque de agua con respecto a un surtidor particular, en el que
“no hay cola, uno viene carga y va nomás”. Además, consideran
que el agua conseguida en otros surtidores es igual a la de SEDAPAL y que
este echa mucho cloro al agua.
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